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Contenidos académicos ilegales.

La educación es un tema de interés para todos los aquí presentes: sea porque nos dedicamos a la enseñanza, porque somos madres y padres, o porque somos humanos con consciencia colectiva.


Así que os comparto este fragmento de prensa y alguna información que me llevó a reflexionar sobre esta complicada situación:


"Desde hace varios años he observado con asombro y preocupación cómo varios de los contenidos que se hallan en los textos escolares de mis hijos promueven algunas posturas ideológicas y anticientíficas relacionadas a la sexualidad, ¡sorprendentemente con el visto bueno de las autoridades educativas! También pude advertir que dichas ideologías están presentes en todas las esferas de la vida pública, como en los medios de comunicación, la publicidad y las redes sociales, las instituciones, etcétera.

En ese contexto, me pregunté insistentemente: ¿cuál podría ser el interés de exponer a los niños a contenidos tan altamente ideologizados desde la más tierna infancia? Habría sido un craso error pensar que esto es algo inocuo o no planificado. Así que investigué sobre el tema y pude hallar que, definitivamente, existe una agenda ideológica a nivel global con la que se pretende entrar a las escuelas para trabajar en las mentes inocentes de los niños para irrumpir en sus procesos de identificación sexual, siendo que no existe ningún estudio que demuestre evidencia alguna de que esta intervención sea algo positivo para el desarrollo infantil.

Como si esto no fuera suficiente, me enteré de que recientemente se promulgó una ley municipal de carácter liberticida, es decir, que atenta contra la libertad, porque no solo afectará el desarrollo de los niños, sino que pretende atropellar la libertad que tenemos los padres para elegir el tipo de educación que queremos para nuestros hijos. La denominada “Ley municipal de promoción y respeto a los derechos humanos de las personas con diversa orientación sexual e identidad de género” es, además, una norma que pretende conculcar la libertad de expresión y pensamiento de la mayoría de los ciudadanos, favoreciendo a un grupo minoritario que busca convertirse en una élite privilegiada, con derechos especiales para censurar y perseguir a los individuos, grupos y sectores que no adopten su visión única y dictatorial de la sexualidad. [...] ". (Lee art. entero)


El artículo data del 2018, dos años antes de los últimos cambios en materia ideológica bajo el amparo de la "educación en valores", en la Ley Orgánica 3/2020. Revisando el currículum educativo y la legislación vigente todo parece ambiguo y algo libre de interpretación. El problema radica, sin embargo, cuando entramos en las aulas y consultamos los materiales editoriales que utilizan los docentes (supongo y deseo movidos por el desconocimiento) para abordar algunas temáticas.


Estamos hablando de educación en segundas y terceras etapas, anteriores a los 16, y en las que los sistemas de creencias son altamente vulnerables. Así que nos vemos en la necesidad y obligación de recuperar algunos de los derechos que, como humanos, todavía disponemos.


Veamos el art.27 de nuestra Constitución:


Artículo 27

1.Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la libertad de enseñanza.

2.La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de convivencia y a los derechos y libertades fundamentales.

3.Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.

4.La enseñanza básica es obligatoria y gratuita.

5.Los poderes públicos garantizan el derecho de todos a la educación, mediante una programación general de la enseñanza, con participación efectiva de todos los sectores afectados y la creación de centros docentes.

6.Se reconoce a las personas físicas y jurídicas la libertad de creación de centros sostenidos por la Administración con fondos públicos, en los términos que la Ley establezca.

7.Los profesores, los padres y, en su caso, los alumnos intervendrán en el control y gestión de todos los centros sostenidos por la Administración con fondos públicos, en los términos que la Ley establezca.

8.Los poderes públicos inspeccionarán y homologarán el sistema educativo para garantizar el cumplimiento de las leyes.

9.Los poderes públicos ayudarán a los centros docentes que reúnan los requisitos que la Ley establezca.

10.Se reconoce la autonomía de las Universidades en los términos que la Ley establezca.


Así pues, y con ademán de preservar la inocencia infantil y los derechos de los niños, como miembros de la comunidad educativa, padres y docentes hemos de velar para que todos los contenidos con carga ideológica implícita, deben quedar fuera de las aulas y de todos los entornos académicos.

Es imperante la necesidad de ayudar a las nuevas generaciones a desarrollar su pensamiento crítico y la lateralidad cognitiva que les permita cuestionar todos sus propios aprendizajes, así como adquirir competencias inter e intrapersonales que les ayuden a crecer fuertes y preparados para un mundo que estamos viendo salvaje.


Somos muchos los humanos que no vamos a permitir que se sigan vulnerando los derechos de los niños. De este modo hago un llamamiento a todos los seres conscientes a que actuéis con valentía y determinación ante las situaciones en las que estos derechos están en peligro.


Si necesitas ayuda, cuenta conmigo y con la comunidad.

Feliz despertar.


Fuentes:



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