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¿Emociones o disfunciones?

Estudiar la neurociencia y conocer el funcionamiento de nuestro cerebro no nos impide escapar de su naturaleza.

Estamos viendo a diario como crece el número de personas que sufren malestar emocional, crisis nerviosas, ansiedad, estrés, depresión... en diferentes grados y gravedad. Las cifras de medicalización de dichas situaciones, así como los desenlaces de algunas de las historias, nos recuerdan que algo no terminamos de comprender.


Algunas cifras de las que no se habla en el congreso, en los medios ni en los libros de texto:


-Dos millones y medio de personas sufren depresión en España (Las mujeres la sufren en un 4,55 % mientras que el porcentaje de hombres asciende al 2,46 %.).


-El 20% de la población española sufre de ansiedad. Eso es, 2 de cada 10 personas.


-Han aumentado un 168,6% de los cuadros por ansiedad des del 2020.



-En España intentan quitarse la vida 200 personas al día: 11 de ellas lo consiguen,



Consultando las cifras nos damos cuenta de que cada año se quitan la vida 800.000 personas en el mundo, es decir, una cada 40 segundos. Este porcentaje de mortalidad es superior a las muertes en la guerra o por homicidios. Pero lo más curioso de todo es que son muertes que se pueden prevenir y evitar.


¿TAL VEZ SEA ESTA LA CAUSA DEL INTERÉS EN ESCONDER ESTOS DATOS?


Lo que parece claro y evidente es que alguien (o algunos) tienen un elevadísimo interés en que los desequilibrios emocionales aparezcan cada vez en edades más tempranas. Pero somos muchos los que sabemos que está en nuestras manos revertir esa situación y ponerle remedio y prevención a dichas alteraciones.


Y desde la neurociencia disponemos de muchos mecanismos para promover la salud emocional y la gestión adecuada de las emociones.


Lo primero que debemos tener en cuenta es que todas las emociones son buenas y necesarias para el correcto funcionamiento neural y orgánico. SÍ, TODAS. Incluso las que no nos agradan. El estrés es necesario para solucionar una situación que requiere de velocidad y eficiencia; el miedo es necesario para escapar de un peligro para la supervivencia; la ira es necesaria para proteger nuestra integridad o la de la tribu; la tristeza es necesaria para la creación de nuevas realidades tras la ruptura de una realidad anterior....



El problema radica cuando permitimos que dichas emociones permanezcan en nuestro organismo más tiempo del necesario, o cuando dichas emociones nos saturan y nos impiden dar una respuesta conductual poco adecuada y que nos genera problemas mayores: el exceso de estrés puede bloquearte o incluso llegar a enfermarte; una ira mal enfocada puede generarte conflictos innecesarios con los demás; una tristeza que se perpetúa en el tiempo, puede convertirse en una depresión.


Y volviendo a las estadísticas, tanto hombres como mujeres, jóvenes y adultos, con o sin hijos, en el paro o con empresas... Todos debemos mejorar en gestión emocional.


Veamos algunas de las técnicas más efectivas para gestionar las emociones sin pastillas:


1. RESPIRACIÓN.

Generalmente respiramos mal y esta es la causa de una alta reactividad ante cualquier detonante emocional. Una respiración adecuada nos permite la perspectiva necesaria para desarrollar altos niveles de paciencia, tolerancia y resistencia. Así pues, hacer ejercicios de respiración consciente es fundamental para prevenir y solucionar los trastornos de ansiedad y depresión, y los brotes de estrés o ira.


2. MEDITACIÓN.

Los ejercicios de mindfulness básico nos permite desarrollar un liderazgo mental que favorece los procesos reflexivos en momentos de tensión emocional.

Mindfulness puede utilizarse en el momento de la crisis emocional para equilibrar los niveles de neurotransmisores, y también como preventivo para solucionar problemas de insomnio, adicciones, depresión, ansiedad...





3. REENCUADRE.

El reencuadre es una técnica de psicología del lenguaje (o PNL), que consiste en reformular los pensamientos sobre la situación que está detonando un episodio emocional desagradable. Consiste en hacerte unas preguntas que cambian el enfoque de tu pensamiento, tales como: ¿qué puedo aprender con esta situación? ¿Qué oportunidades me está brindando esta situación?


4. REPROGRAMACIÓN MENTAL.

La reprogramación mental podemos utilizarla en beneficio de nuestro equilibrio emocional trabajando sobre los esquemas de realidad que nos llevan a la liberación de esas emociones en esa situación concreta. Utilizando una activación con la técnica de tapping, desbloqueamos esas creencias limitantes y dejamos activadas los nuevos árboles de realidad que nos favorecen en esa situación específica. Además, la reprogramación mental nos ayuda a prevenir las respuestas emocionales negativas, trabajando sobre la fortaleza mental individual.


Estas 4 técnicas de prevención y gestión son disciplinas en sí mismas, y requieren de un entrenamiento y mejora continua hasta lograr ser líderes de nuestra dimensión emocional. (Si necesitas más ayuda con esto, puedes consultar nuestras siguientes formaciones o hacer una consulta individual).



Y no olvidemos que el ejemplo es más poderoso que las reglas, así que si queremos dar luz a los demás en la gestión de las emociones, la mejor manera de lograrlo es convertirnos en unos maestros de la misma.


Seguimos dando luz.

Abrazo de amor y paz.

B*



 

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