LOS 3 CEREBROS
Las personas nos llenamos de adjetivos físicos y psicológicos para tratar de definir nuestra identidad, pero lo cierto es que todo lo que somos se reduce a esto:

Todo lo que somos está aquí dentro. Podrías perder un brazo y seguirías siendo tú. Podrías perder las piernas y seguirías siendo tú. Incluso perder el rostro... y seguirías siendo tú. Pero un mal golpe (físico o psicológico) que afecte tu biología cerebral... y dejarías de ser tú. Así que sí, tu cerebro es todo lo que eres.
Y lo más curioso de todo es que, en lo poco que nos han hablado del cerebro nunca te dijeron que no tienes un cerebro, sino tres: el craneal (o primer cerebro), el intestino (segundo cerebro) y el corazón (tercer cerebro). Hay científicos que se refieren a la microbiota del cerebro como un cuarto cerebro, puesto que tiene una gran influencia sobre las neuronas y las neuroglías (las células del sistema nervioso). Aquí sólo hablaremos de estos 3 cerebros y los 3 que encontramos dentro del craneal.
¿Tantos cerebros tenemos, y nadie nos lo había dicho nunca?
La neurociencia ha evolucionado mucho en los últimos años, cuando se ha hallado la conexión entre cerebro-intestino-corazón.
Ha sido en los últimos años en los que también se ha considerado erróneo el modelo tradicional de Paul McLean, que dividía el cerebro craneal en tres cerebros independientes: cortex, límbico y reptiliano.
Aunque existen muchos científicos que tiran por el suelo esta teoría porque no encaja con la teoría evolutiva, aquí la tendremos en cuenta porque es muy valiosa en todo su contexto y hay mucho de científico en ello. Sin embargo, en lugar de hablar de 3 cerebros, hablaremos de las 3 partes del cerebro craneal.
Veámos la clasificación de Paul McLean en su teoría "el cerebro triúnico":

La teoría de los 3 cerebros nació con Paul MacLean y efendía que esos tres cerebros funcionan de manera unilateral. En los últimos años la neurociencia ha demostrado que esta teoría no estaba del todo ajustada a la realidad. Si bien es cierta la existencia de estos 3 sistemas dentro de un cerebro único, ellos están interrelacionándose de manera continuada.
El sistema límbico capta, el córtex procesa, y el reptiliano reacciona.
Ellos tres configuran una máquina perfecta cuando cada uno de ellos funciona adecuadamente. Veámos la clasificación de Paul McLean en su teoría "el cerebro triúnico", y que función tiene cada uno de estos "pequeños cerebros" dentro del cerebro craneal.
EL CEREBRO REPTILIANO
El cerebro reptiliano, o altávico, es la zona más baja del prosencéfalo, donde están los llamados ganglios basales y también zonas del tronco del encéfalo y el cerebelo responsables de mantener las funciones necesarias para la supervivencia inmediata.
Esta estructura se limita a hacer que aparezcan conductas simples e impulsivas, parecidas a rituales que siempre se repiten del mismo modo, dependiendo de los estados fisiológicos del organismo: miedo, hambre, enfado, etc. Puede entenderse como una parte del sistema nervioso que se limita a ejecutar códigos programados genéticamente cuando se dan las condiciones adecuadas.
El cerebro reptiliano cumple con diferentes funciones:
La supervivencia: mantenernos protegidos ante cualquier amenaza que se presente y asegurar nuestra supervivencia. Aunque sin duda es una función esencial y sumamente importante, sino sabemos controlarla nos puede impedir lograr nuestras metas y objetivos vitales a la hora de enfrentarnos a situaciones nuevas. Esto es porque percibe las nuevas situaciones como posibles amenazas y prefiere quedarse en el “zona de confort”.
Regular funciones vitales básicas, como la respiración y las funciones cardíacas.
Evita el dolor.
Comportamiento territorial: hace que tendamos a defender nuestro hogar y así mismo cuidar de las personas más cercanas a nosotros y nuestras pertenencias.
Necesidad reproductiva: se encargar de activar nuestro instinto y motivación sexual que provoca que nos atraigan otras personas.
EL CEREBRO LÍMBICO
Es responsable de la aparición de las emociones asociadas a cada una de las experiencias que se viven.
Su utilidad tiene que ver con el aprendizaje. Si una conducta produce emociones agradables, tenderemos a repetirla o a intentar cambiar nuestro entorno para que se produzca de nuevo, mientras que si produce dolor recordaremos esa experiencia y evitaremos tener que experimentarla otra vez.
EL NEOCÓRTEX
La corteza cerebral es el hito evolutivo más reciente del desarrollo de nuestro cerebro. En esta estructura tan compleja reside la capacidad de interpretarla realidad y de trazar los planes y las estrategias más complicadas y originales. Si el complejo reptiliano se basa en la repetición de procesos totalmente por la propia biología, la neocorteza es permeable a todo tipo de sutilezas provenientes del entorno y del análisis de nuestros propios actos. Es donde tiene lugar el pensamiento. Puede considerarse la sede de la racionalidad en nuestro sistema nervioso, ya que nos permite la aparición del pensamiento sistemático y lógico, que existe independientemente de las emociones y de las conductas programadas por nuestra genética.
Está formado por 100 billones de neuronas y células gliales.
Las funciones neurológicas más complejas como el aprendizaje, la memoria, la toma de decisiones dependen de la formación de redes neuronales. La estructura de estos circuitos varía en función de las necesidades y de la adaptación al medio.
La comunicación neural viaja del SRA (Sistema Reticular Ascendente) hasta el Sistema Límbico, desde donde percibimos el mundo y damos forma a nuestra respuesta al mismo. A continuación cada experiencia ha sido sentida e interpretada por los intestinos y el corazón y las otras regiones cerebrales. Para finalmente, llegar a la corteza cerebral, donde se hace consciente la experiencia.
En el cráneo de humanos y primates, existen un conjunto de microbios. Estos microbios que se encuentran comúnmente en el suelo y en el agua, y que han sido transportados al primer cerebro a través de las células del sistema inmunitario (linfocitos y macrófagos activados). Será el sistema inmunitario, el encargado de conectar el primer cerebro y la microbiota del cerebro o cuarto cerebro. Este cuarto cerebro, tiene una inmensa influencia sobre la función de las neuronas humanas y sobre las células gliales. Es probable que ciertas alteraciones de la microbiota del cerebro (cuarto cerebro) estén involucradas en en el desarrollo de trastornos neurológicos y psiquiátricos (alzheimer, autismo,esclerosis múltiple,esquizofrenia).
Se denomina inteligencia mental, al pensar, reflexionar, resolver problemas, sacar conclusiones,…etc . Se manifiesta en forma de pensamiento (razonamiento).
Cuando está en equilibrio, conectamos con la tranquilidad mental, reflexión pausada y con nuestra motivación para aprender.
Cuando no está en equilibrio con los otros dos cerebros (intestino y corazón)se la relaciona principalmente con problemas con el miedo.
"Todo lo que somos podría reducirse a la definición del sistema nervioso. Sin embargo, todavía seguimos poniendo la mirada en el envoltorio".
Como podemos ver en la gráfica, cada área tiene su ritmo de maduración:

Comprender todos los cerebros (tengamos los que tengamos) es comprendernos a nosotros mismos, y es lo más importante para conseguir el bienestar emocional, físico y psicológico que merecemos.
Del mismo modo que sabemos de alimentación sin ser nutricionistas, o de futbol sin ser futbolistas, se puede saber del cerebro y de gestión psico-emocional sin ser terapeuta o neurólogo.
Es por ello que en la web dispones de seminarios y formaciones para utilizar tu cerebro con eficiencia y sin tecnicismos innecesarios. La neurociencia práctica es la que nos hace la vida más fácil.