Es probable que hayas oído hablar de la luz azul. Este tema está en boca de todos porque los gobiernos de muchos países están cambiando el alumbrado público blanco o amarillo, por el azul. También lo vemos en el interior de los autobuses y otros espacios públicos. Además, también la tenemos en ordenadores, tabletas y móviles. Lo cierto es que tus ojos están constantemente expuestos a esta luz, pero ¿cómo afecta tu cerebro?
Podemos leer en wikipedia, que la luz azul es un tipo de luz visible de alta energía. La exposición a la luz azul, provoca respuestas no visuales en los seres humanos, incluida la modulación del estado de alerta y la cognición. La exposición a la luz azul reduce directamente la somnolencia, por su efecto de estimulación encefálica.
La luz azul es parte del espectro de la luz visible, en términos más sencillos, la luz que puedes ver está conformada por una gran cantidad de diminutos fragmentos de luces de muchos colores, y el azul es uno estos. La longitud de onda de cada uno de estos fragmentos de colores son los que componen el espectro de la luz visible. Un ejemplo de esto es la luz ultravioleta, la cual es más corta que los rayos infrarrojos. En cuanto a la luz azul, esta se encuentra cerca de la luz ultravioleta.
Se ha demostrado que este tipo de luz puede inhibir la melatonina, alterando los ciclos circadianos, es decir, el sueño, es por esto recomendamos exponer lo menos posible a este tipo de luz a los niños, adolescentes o a quienes tengan problemas para poder conciliar el sueño, especialmente antes de irse a dormir.
Algunos de los efectos negativos de la luz azul:
Degeneración Macular Asociada a la Edad o DMAE: Este es un trastorno ocular que se produce en la mácula, que es la parte de la retina que se encarga de poder percibir los detalles de lo que ves.
La fatiga y el estrés visual: suelen aparecer cuando los ojos pasan largos periodos de tiempo frente a la luz azul. Se le conoce como Síndrome Visual Informático o SVI, el cual se manifiesta con jaquecas, enrojecimiento y cansancio en los ojos. Según los especialistas, pasar más de dos horas al día frente a la luz azul puede incrementar la probabilidad de sufrir este síndrome.
Alteración en los ritmos cardíacos: La luz azul reduce la síntesis de la melatonina, que es la hormona encargada de producir sueño. Al exponerse durante mucho tiempo a los dispositivos móviles u otras pantallas por la noche, o la luz azul en general, confundes a tu organismo haciéndole creer que es de día y por ende dificulta el sueño. Es por esta razón que recomendamos no exponerse a la luz azul en las horas antes de dormir.
Para reducir la afectación en nuestro organismo, tanto a nivel orgánico como neurológico, sabemos que podemos utilizar protectores de pantalla tanto en los móviles como en los ordenadores de trabajo. Algunos pasamos muchas horas frente a las pantallas, y debemos tener en cuenta que nuestra salud pasa por un sencillo retoque de luz. Hay dispositivos que nos dan la posibilidad de modificar el tipo de luz, y hay otros en lo que deberemos de poner protectores como este:
Pero estamos viendo que no es suficiente, ya que desde las instituciones públicas nos están haciendo el flaco favor de llenar las calles, edificios públicos, transporte urbano y todos los rincones que ellos estiman convenientes, de esta "maravillosa" luz azul. Para aquellos que queráis proteger vuestro organismo de ella, hemos dado con estas gafas y ya hemos probado su efectividad.
Podéis encontrar muchos modelos, lo importante es que tengan un revestimiento anti luz azul de alta calidad.
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Seguimos cuidando nuestro cerebro.
Un abrazo cargado de luz blanca.
B.W.